A través de la consciencia, podemos explorar y entender nuestras emociones, pensamientos y comportamientos, permitiéndonos vivir de manera más plena y auténtica. Desde mi perspectiva, esta práctica no solo mejora nuestros vínculos, sino que también nos brinda una conexión más profunda con nosotras mismas y con el mundo que nos rodea.
Pienso que, para empezar, ser consciente implica estar presente en el momento. La mayoría de las veces, nuestras mentes están en otro lado, en lo que tenemos que hacer mañana o lo que nos pasó ayer, y eso nos impide estar conscientes de lo que sentimos ahora. Vivir en el presente nos acerca a la experiencia de habitar nuestro cuerpo.
Cuestionar lo establecido
En el caos constante que parece ser a veces la vida cotidiana, a veces terminamos actuando en piloto automático, siguiendo normas y expectativas sociales sin cuestionarlas. Al ser conscientes, le hacemos frente a la inercia que nos empuja, podemos identificar y reevaluar nuestras creencias y las de nuestro entorno, podemos intentar descubrir cuáles son nuestros valores más profundos y tratar de que nuestras acciones queden alineadas con ellos.
Los vínculos también se transforman
Cuando intentamos estar presentes en nuestras interacciones, logramos escuchar de manera más atenta, lo que nos permite entender mejor las necesidades y sentimientos de quienes nos hablan, y ser conscientes de nuestras acciones también nos ayuda a tener en cuenta las emociones de quienes nos rodean y responder con empatía y comprensión.
Por otro lado, si nos tomamos el tiempo de entender lo que sentipensamos, seguramente nos resulte más sencillo ponerlo en palabras. Parece crucial entender lo que nos pasa para poder luego hablar desde la honestidad.
La consciencia como fuente de experiencias
Alguien escribió una vez que donde está la consciencia, está la existencia: sólo experimentamos aquello de lo que somos conscientes, y los sucesos de los que somos conscientes nos constituyen. Aprender a ampliar la mirada tanto interna como externa seguramente nos proporcione experiencias que antes ni podíamos imaginar. Si la consciencia es existencia, intentar estar presentes y habitar nuestro cuerpo es una conexión íntima con lo más profundo de nuestro ser.
Ser consciente nos permite ver más allá de las superficialidades y conectar con la esencia de lo que realmente importa. Nos ayuda a vivir con intención y propósito, a encontrar paz y satisfacción en el presente, y a cultivar relaciones más profundas y significativas.
En mis servicios, utilizo una variedad de métodos para ayudar a las personas que me consultan a desarrollar su consciencia, incluyendo actividades lúdicas, reflexiones guiadas y técnicas de comunicación asertiva. Cada persona es única, y es importante adaptar las herramientas a sus necesidades específicas, creando un espacio seguro y de apoyo para su crecimiento personal y espiritual.
Te invito a explorar y cultivar esta habilidad, y a descubrir el poder transformador de la consciencia en tu vida cotidiana.
Preguntas Frecuentes
Ser consciente es estar plenamente presente y atento a tus pensamientos, emociones, y entorno, tomando decisiones de manera deliberada y reflexiva.
Ser consciente en la vida cotidiana te permite vivir de manera más equilibrada y enfocada, mejorando tu capacidad para manejar el estrés, tomar decisiones informadas y disfrutar el momento presente.
Ser consciente en nuestras relaciones nos ayuda a comunicarnos mejor, entender las emociones y necesidades de los demás, y construir conexiones más auténticas y saludables.